Policía y escritor, Pere Cervantes Pascual, nació en Barcelona en 1971. Criado entre Poblesec y el barrio marinero de La Barceloneta, se define como nostálgico, tozudo por vocación y soñador. Es funcionario del Ministerio del Interior desde 1991 y fue Observador de Paz en las misiones de Kosovo y Bosnia para Naciones Unidas y la Unión Europea, respectivamente. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona y coach profesional. Lleva varios años ejerciendo como responsable de la Unidad de Delitos Informáticos de la Policía Nacional, y ha coordinado numerosas operaciones policiales contra la distribución de pornografía infantil en la Red.
Estudió y se formó como guionista en la Academia Internacional de Cine de Barcelona, siendo autor de varios cortometrajes y guionista de la película Triste y azul (pendiente de producción). También es coautor, con Juan Silvestre, de la novela La soledad de las ballenas, y coguionista del largometraje basada en la misma, en fase de preproducción en Argentina de la mano del director de cine Rodolfo Carnevale. Además, colabora en el programa de radio de la Cadena Ser, 3-14-16 La nit que no s´acaba.
Es autor del libro Trescientos sesenta y seis lunes, fruto de su experiencia en Kosovo y Bosnia, Tranki pap@s e Internet negro, manuales para proteger a niños y jóvenes de los peligros de internet, escritos junto a Oliver Tauste; Rompeolas, No nos dejan ser niños, La mirada de Chapman, Tres minutos de color (Premio Novela Negra de Cartagena 2018) y Golpes (Premio Letras del Mediterráneo a la mejor novela negra 2018) son sus novelas publicadas hasta el momento.
MC- Bienvenido a nuestras páginas, Pere. ¿Preparado para responder a las preguntas de una aficionada como yo?
PC- Eres una ávida lectora y eso siempre causa respeto y admiración.
MC- Muchas gracias. Vamos allá. Kovoso. Háblame de tu experiencia en los Balcanes, ¿qué supuso para ti esa misión?
PC- Una de esas experiencias que se te quedan para siempre en el alma. Imposible de sintetizar. Solo te diré que 19 años después todavía lo siento como si hubiera sido ayer. Tres años en los Balcanes dan para mucho. Supongo que desde entonces fui otro.
MC- Este año han sido premiadas dos de tus novelas: Golpes y Tres minutos de color, ¿cuáles son los pros y los contras de obtener un premio literario?
PC- Sinceramente no le veo nada en contra... jejeje. Es siempre una alegría bienvenida que la literatura que lleva uno dentro tenga su reconocimiento y llegue a lugares en lo que uno ni imaginaba cuando escribía esa historia. Han sido ambas dos experiencias muy bonitas.
MC- Vivimos en una sociedad que refleja cada vez más violencia, ¿cómo la combatimos?
PC-Dedicándole un par de tuits y girándole la cara, queriendo creer que nuestros seres queridos están exentos de ella pero no es así. Ahí fuera hay quien mata, viola o agrede sin muchos motivos.
MC- ¿Qué aporta tu formación como guionista a tus novelas?
PC- Creo que riqueza instrumental a la hora de estructurar una novela, crear personajes o elaborar subtramas. En definitiva más herramientas técnicas que para mí son muy útiles. Y una mirada distinta. El guionista no puede evitar escribir imaginando planos y secuencias, aunque para ello luego las elabore con elementos literarios.
MC- Hablemos de Golpes. ¿Es muy arriesgado escribir sobre hechos reales?
PC- Es complejo más que arriesgado. Es desnudar emocionalmente a varias personas, es ponerlas frente a un escaparate, en este caso literario y exponerlas sin límites. En este caso, además, Golpes es una historia inacabada en la realidad, todavía pendiente de sentencia judicial y por tanto sobrevive a la novela, ya acabada y con un final cerrado.
MC- En todos tus años de experiencia policial habrás visto todo tipo de casos. ¿La realidad supera siempre a la ficción, tal como creemos?
PC- Sin ningún tipo de dudas. Para mí, ambas (realidad y ficción) son dos velocistas que siempre llegan a la meta en la misma posición, la ficción por detrás de la realidad. Una misma carrera con un mismo final.
MC- ¿Te imaginas un mundo sin delitos? ¿Y sin literatura?
PC- Soy consciente que es un imposible, que el ser hombre es lobo para el hombre y que contra la naturaleza no se puede luchar. Un mundo sin literatura sería la mayor de las crueldades pero, al igual que el caso anterior, me consuela pensar que también es imposible
MC- ¿Leer lo que sea, el caso es leer?
PC- No, lo que sea a estas alturas de la vida, no. Hay mucho y bueno por leer. Exijo que lo que lea me emocione y me entretenga, y esos dos pilares son los que yo busco lograr con mi literatura.
MC- ¿Cómo fomentamos la lectura en quienes ven en los libros solo un buen material para encender una chimenea?
PC- Si antes lo han leído, como Pepe Carvalho, la idea me parece hasta sugerente.
MC- ¿Hay más escritores que lectores?
PC- Quiero pensar que no, pero últimamente no sé yo en este país como andan los datos.
MC- ¿Eres optimista con el futuro del libro en papel o será desbancado por el digital?
PC- Soy muy optimista los próximos 50 años, después ya no lo sé. El romanticismo del libro está por encima de otros, me refiero por ejemplo al del vinilo, que apenas persiste (yo soy uno de ellos) aunque ahora parece que haya habido un rebrote.
MC- Una cuestión que me preocupa: ¿cómo salvamos las bibliotecas de toda la vida? Si acabamos leyendo todos en digital, no parece que tengan mucho sentido...
PC- Me remito a lo anterior, el romanticismo del libro abarca espacios, lugares y sensaciones y las bibliotecas están incluidas en ello. Paso palabra, no quiero imaginarme un mundo sin bibliotecas, sin librerías y que lo digital predomine.
MC- ¿Cómo ven en la Policía tu faceta de escritor? ¿Te ha causado algún inconveniente?
PC- Como en todos los trabajos, hay quien te toma en serio y quien cree que te dedicas a un hobby, como el que hace pasteles o le da al tiro al arco. Afortunadamente, también hay quien ve que ya ha trascendido el tema y a día de hoy me dedico a jornada partida como policía y como escritor.
MC- Supongo que los conocimientos de tu profesión en la Policía aportan mucho a tus novelas, pero la ficción, ¿qué aporta a tu labor policial?
PC- Depende de la novela, para la siguiente que estoy escribiendo desde hace nueve meses te puedo asegurar que muy poquito. A no ser que me hables de la psicología humana, de los seres peculiares que pasean por nuestras calles con sus comportamientos extraños, esas rarezas que la profesión policial te permite acceder desde un palco presidencial. Entonces sí.
MC- ¿En función de qué eliges los escenarios para tus historias?
PC- La historia es la que elijo y ella elige el escenario, jamás al revés.
MC- ¿Los temas que eliges para crear tus novelas son aquellos que te traen más de cabeza en tu profesión de policía?
PC- No, siempre he tratado de dividir mi profesión como policía y mi profesión como escritor. Escribo cuando tengo una historia que contar, que me inquieta y me apasiona y que tengo la absoluta certeza de que puede ser interesante para otros lectores.
MC- La parte psicológica de tus personajes está tan elaborada que raya la obsesión, ¿me equivoco?
PC- No percibo en mi escritura no profundizar en la psique de mis personajes, no acercarme a sus anhelos, frustraciones, conflictos...
MC- Tres minutos de color, un libro muy arriesgado, ¿el que más? Escribir sobre la ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte), no tiene que ser fácil... ¿Cómo surge o de dónde viene tu interés por este tema?
PC- De la extrema cercanía a la muerte en mi periodo de Kosovo. Tanta maldad alrededor y tanta muerte hizo que me preguntara si hay algo más tras el final, si no todo termina aquí. Y esa inquietud me llevo a estudiar las ECM durante siete años y fruto de ello nació Tres minutos de color, que sí es mi novela más arriesgada y supongo que por ello de la que más orgulloso me siento.
MC- Una pregunta facilita: ¿tres minutos de color o una vida en gris?
PC- Color, por favor, aunque algunos insisten en pintárnosla de gris a diario.
MC- Has escrito manuales de seguridad informática, ¿sirven de algo o todos somos más listos que lo que cuentan esos libros? Creo que ya me entiendes...
PC- Todo manual escrito por alguien que sepa lo que dice nos puede resultar útil. El problema de este país, sobre todo en lo que a seguridad tecnológica se refiere (adicciones, menores,etc...) es la creencia de que a mí no me va a pasar. Y siento decir que pasa, y a diario.
MC- Hay una obra tuya que se conoce poco y me parece un delito: Rompeolas. Háblame de ella, por favor.
PC- Pues es otra de las que guardo un bello recuerdo. Fue escrita en Bosnia, excepto el último capítulo que lo terminé en Benicásim, mi localidad de residencia. Hablé sobre la soledad y sus distintas modalidades a través de tres personas que se topan en un lugar de la ciudad, el Rompeolas de Barcelona y descubren que les une un pasado. Es una novela breve, existencialista y a mi entender bella. Recuerdo que la idea me surgió de mis entrevistas con un indigente en Barcelona al que solía invitar a churros y café cerca de la estación de Sants en los años 90 y a cambio me contaba cómo había terminado así un arquitecto, casado y bien situado. Su historia es la de Andrés, el personaje principal de Rompeolas.
MC- ¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu faceta de escritor? ¿Y de la de policía?
PC- Lo que más me gusta de mi faceta de escritor es escribir y leer para escribir. Lo que menos, el ver como España no es el país lector que me gustaría. De la policía mejor me lo quedo para mí ;)
MC- La soledad de las ballenas está preparada para ser llevada al cine, ¿cuándo la veremos? ¿Hay proyectos similares para alguna de tus otras novelas?
PC- Pues lamento decirte que llevamos cinco años luchando con ese proyecto, que este año parecía el definitivo para que se rodara en Argentina, incluso contamos con la subvención del INCA (Instituto de cine Argentina) pero por motivos políticos de momento se ha congelado. Toca confiar en que pronto se desbloquee y veamos en pantalla esa historia de una familia rota, aferrada a un hilo fino y frágil que únicamente lo sostiene una persona, y el amor por la música de todos ellos. Y encima en la Patagonia, vamos, que es una maravilla, jejeje
MC- Repasemos: policía, escritor, colaborador de radio, padre de familia... ¿cuántas horas tienen tus días? ¿Cómo consigues llegar a todo?
PC- Como te he dicho, desde hace unos meses he reducido mi jornada laboral como policía y me dedico el resto de día a escribir. Lo de la radio ya lo dejé, de momento, aunque me apasiona el medio. Y de padre sí, de eso ejerzo a diario y con mucho gusto.
MC- ¿Cómo convencerías a alguien que no te ha leído nunca para que lo haga?
PC- Nunca he sabido venderme. Pero me atrevería a decir que si buscas en la literatura emoción, entretenimiento y de tanto en tanto la belleza de las palabras (al menos es lo que intento), lánzate a alguna de mis novelas.
MC- Muchísimas gracias, Pere. Enhorabuena por tus novelas, los premios, y por ser como eres, un tipo genial. Un placer absoluto compartir este rato contigo. Nos vemos en tus historias.
PC- Gracias por estar ahí, Marina, desde hace un buen rato.
Marina Collazo Casal. ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA PASAR PÁGINA 13, DICIEMBRE 2018: https://drive.google.com/open?id=1Tstg-TZrXzvU_EhF9pyxzKAGOWa4C-_L
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