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Antonio Lagares Carballo nació el 27 de marzo de 1956 en Utrera (Sevilla) y actualmente vive en San (Cádiz). Realizó la carrera de Psicología en la Facultad de Ciencias de la Educación de Sevilla. Durante la misma, se inició con la literatura pero su posterior incorporación al mundo laboral le impide desarrollar su pasión por la escritura por falta de tiempo. A pesar de ello, en sus ratos libres se dedicaba a preparar material para futuros proyectos literarios. De ahí han salido las obras de Terror Psicológico Obsesión (2011), Viaje sin retorno (2011), La rastreadora (2012) Premio Pandemia 2013, Bobo: ¿se puede justificar un asesinato? (2014) y La sombra de la muerte (2016). En 2017 cambia de estilo con Venta de Vargas: una leyenda en el tiempo, un recorrido por la historia de este mítico establecimiento de San Fernando (Cádiz). Algunas de sus obras han sido traducidas al inglés y al italiano. Ha obtenido, además, varios premios en concursos de poesía, relatos y teatro.
MCC- Bienvenido a nuestras páginas, Antonio. Ponte cómodo, por favor.
AL- No solo estoy cómodo, para mí es un honor que me entrevistéis.
MCC- Este mes nos visita la muerte y tú, como escritor, eres especialista en ella. Pero mi primera pregunta es para el Antonio psicólogo: ¿por qué nos atrae tanto lo macabro?
AL- Lo macabro en relación con la muerte siempre es atractivo, por la incertidumbre que nos produce el más allá. Sabemos que se trata de un trance por el que todos debemos pasar, pero desconocemos que hay detrás de ese trance, y eso produce cierta inestabilidad emocional que provoca que nos interesemos por todo aquello que tenga cierta relación con la muerte. Lo desconocido siempre es atractivo para el ser humano, y en esta vida tenemos acceso a todos los recovecos de nuestra existencia, a excepción de la muerte.
MCC- Y como escritor, ¿qué encuentras en este tipo de escritura, por qué te decidiste por este estilo? No me dirás que tras esa cara de bonachón que tienes escondes una mente retorcida...
AL- Bueno, no creo que tenga una mente retorcida, pero siempre me interesó aquello que no se ve, que no se percibe, pero se intuye. La complejidad de una mente puede ser hasta surrealista en algunos casos. No me interesa la acción de un psicópata, pues es algo predecible, lo que me interesa es el factor interno que provoca que esa mente actúe de esa forma y no de otra. Me explico, no me interesa la acción de un asesinato, me interesa llegar a conocer qué mecanismos internos se alteran para que esa acción se produzca. Sobre el estilo, creo que todos llevamos una marca personal que debemos detectar y perfeccionarla. A veces me digo, voy a escribir algo romántico, y sin darme cuenta ya estoy liado con alguna mente rara.
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MCC- ¿En qué te inspiras para crear novelas tan inquietantes?
AL- Solo en la imaginación. No sirvo para seguir unos patrones establecidos por otros. Cuando escribo procuro no leer nada de ficción, para no dejarme influir por escritores que lo hacen mejor, pues entonces ya no sería yo mismo.
MCC- ¿Cómo es el proceso de creación, desde que imaginas la historia hasta que sale al mercado?
AL- Es bastante complejo y lento. Las historias las tengo dentro de mi cabeza y me paso todo el día pensando en ellas. Ya puedo estar delante de la tele, en un bar tomando unas cervezas, da igual, de fondo siempre estoy pensando en mis historias, que se mezclan unas con otras, porque hasta que no tengo el título, un poco de trama y el giro final, no la plasmo en papel. Una vez escrita, que puede tener una extensión de 6-10 folios, la archivo en mi ordenador y paso a otra. Las dejo guardadas para que vayan madurando. A veces pasan meses, incluso años, hasta que me acuerdo de ellas porque tienen relación con lo que escribo en ese momento. Cuando ya tengo un borrador terminado, repito el proceso, lo guardo unos meses para que repose, y a partir de entonces comienza la corrección, que suele ser tediosa, porque la repito varias veces, hasta que por último, pasa por una profesional. Como te he dicho, no soy escritor de varias novelas en un año. Ojalá tuviera esa virtud, pero no, más bien soy de una novela cada dos o tres años.
MCC- ¿Quienes son tus autores de referencia?
AL- En este aspecto no estoy encasillado. Hay variedad, desde Allan Poe a Cortázar o García Márquez; de García Lorca a Neruda. Soy más de libros que de autores. Juan Páramo o El viejo y el mar me parecen obras magistrales. Hay grandes autores y es imposible nombrar a todos. Soy bastante exigente aunque nuca digo lo que no me gusta. La última novela que me gustó mucho es El círculo de Alma de Pepa Fraile. La considero una buena amiga y una gran escritora.
MCC- ¿Dónde empieza la realidad y dónde termina la ficción de tus novelas?
AL- En mis novelas todo es ficción excepto en una que se llama Bobo. En ella introduzco cosas de mi infancia y le doy vida a mi perro actual que se llama Curro y que ahora mismo lo tengo aquí a mi lado.
MCC- ¿El Psicoterror tiene límites o todo está permitido dentro del género?
AL- No, no tiene límites, solo depende de tu capacidad de imaginación para jugar con las mentes de otros.
MCC- ¿Cómo te afecta a ti emocionalmente lo que escribes?
AL- Bastante, porque como ya dije, intento meterme dentro de la mente de mis personajes y psicológicamente es muy duro. Por eso también escribo humor, sobre todo entre una novela y otra, para desintoxicarme y no crear personajes repetidos. Nunca leo una novela mía después de su publicación.
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MCC- En La sombra de la muerte, todo empieza con un manuscrito que se encuentra la pareja protagonista de la historia. Si lo leen tienen que atenerse a unas consecuencias terribles. Si esto lo llevásemos a la realidad, a nosotros, como al gato, ¿nos mataría la curiosidad?
AL- Te aseguro que sí, porque somos curiosos por naturaleza. Con esa novela me lo pasé muy bien porque intento ser cómplice del lector, interactuar con él o ella, y manipular su subconsciente para que haga lo que yo quiera dentro de la estructura del libro.
MCC- Creo que con La rastreadora te llevaste algún disgusto porque no fue comprendida por los lectores como a ti te hubiera gustado. Cuéntame.
AL- No, no, yo por eso no me disgusto. Es una novela compleja, difícil y creo que sí hay personas que la han comprendido bien. Es una novela muy trabajada, en donde me ayudaron múltiples personas en sus correcciones, por la complejidad que antes he dicho, y porque no tiene un punto intermedio: lo mismo puede gustar mucho que parecer un panfleto. Me molestó bastante ciertos comentarios que se escribieron sobre si se trataba de un plagio y cosas así. Por aquellos años yo no estaba preparado para esas críticas tan dañinas y la retiré un año de Amazon. Reconozco que me equivoqué. En la actualidad no me dejo influenciar por esos detalles, me da igual, pero en aquel momento pagué la novatada. Es algo que ya tengo superado.
MCC- Con Bobo: ¿se puede justificar un asesinato?, te presentaste al concurso Amazon de Autores Indies de 2014. ¿Cómo fue la experiencia, que te aportó?
AL- La experiencia en el concurso fue positiva. La novela tuvo muy buena aceptación y se posicionó muy bien, pero concursaban grandes novelas y no se pudo llegar a la final. Verás, hay autores que no se presentan al concurso por miedo a no ganar, porque su ego quedaría muy tocado. Hasta que no se aprende a perder, uno no está preparado para ganar.
MCC- Al hilo de Bobo, te pregunto: ¿se puede llegar a justificar un asesinato?
AL- Es muy difícil justificar un asesinato. En frío te diría que nunca se debe justificar, pero… ¿Yo qué haría si matan a un hijo mío? La verdad es que no lo sé, ¿Qué harías tú?
MCC- ¿Qué nos mata más, lo que vemos o lo que imaginamos?
AL- Siempre lo que imaginamos. La visión es momentánea, la imaginación eterna.
MCC- ¿Es posible perderle el miedo a la muerte y vivir sin la angustia que nos produce pensar en ella?
AL- Sí, es posible, y mucha gente lo consigue a través de las religiones, sectas, etc. La angustia la padecen aquellos que como yo, no creen en nada, no creen en el más allá, pero gracias a esa angustia se sigue buscando un algo que justifique la muerte, que no es otra cosa que otorgarle sentido a nuestra existencia.
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MCC- Para finalizar, ¿con qué muerte estás bailando en este momento? ¿Podremos leerla pronto?
AL- Tengo varias historias bailando en mi mente ahora mismo, pero tan solo te puedo decir el título de una: ¿Yo soy tú? De todos modos quiero cerrar una década de psicoterror (2006-2016) y por navidades las cinco novelas saldrán publicadas en un solo tomo, para después continuar con otra etapa que comenzó con la historia de la Venta de Vargas, y seguirá con una obra de teatro que se va representar en marzo del próximo año.
MCC- Muchas gracias, Antonio. y suerte con esos proyectos. No sé tú, pero yo me lo he pasado de muerte conversando contigo.
AL- Yo también, amiga, ha sido genial, y de paso comentar que aunque toque otros géneros, el psicoterror siempre estará conmigo. Muchas gracias a todos los lectores por aguantar las palabras de este humilde escritor.
Marina Collazo Casal. ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA PASAR PÁGINA 12, NOVIEMBRE 2018: https://drive.google.com/open?id=1-8iREKQTRdwjKuDu5GuGCSJKcS9mSASG
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